¡UNA DE OSTRAS, POR FAVOR!

Lunes de nuevo, queridos bon vivant. Por suerte, el calor todavía está presente en nuestras vidas y apetece salir y hacer vida en la calle. Pasear, tomar el solecito mientras degustas un buen café después de comer, un paseo por el campo con amigos… ¡Hay que aprovechar antes de que el sol desaparezca y llegue el frío con las nuebes, las lluvias o las nieblas!

Y ¿por qué no? Además de aprovechar el buen tiempo, podemos darnos a la buena vida y disfrutar con una buena ración de ostras, como las que preparamos en los eventos organizados por José Fernández. ¿Te imaginas qué placer tomar ahora unas ostras con un poco de champagne o de cava? Comer ostras es sin duda todo un ritual, la apertura, el hielo picado, el chorro de limón si así te gustan más, y la clave para saborearlas a gusto, el sorbito para tomarlas. Además, si prefieras acompañar a las ostas con otro sabroso elemento, en José Fernández elaboramos unas más que deliciosas ostras a la crema que quitan el sentido…

011 ostras a la crema (la alta la teneis vosotros)boda 18 mayo (1)

De sabor inconfundible y delicado, la ostra está unida a la alimentación humana desde bien antiguo. En la Prehistoria los hombres ya comían este manjar, al igual que celtas, galos, griegos, y por supuesto, romanos. Una civilización que llevó el consumo de ostras a los banquetes más elegantes de la clase dirigente romana.

También en la Francia del siglo XVII y XVIII las ostras gozaban de buena fama. Ya en ese época decían que este sugerebte bivalvo marino aumentaba la líbido, y era consumido sin contemplaciones por miembros de la realeza como la mismísima reina Maria Antonieta, o por filósofos como Voltaire.

Y además, y por si faltaba algo, las ostras cuentan con proporcionan importantes beneficios para la salud, ya que contienen gran cantidad de minerales y nutrientes, como por ejemplo zinc, yodo o la vitamina B12. Así que… ¿Qué más se puede pedir para celebrar la vida que unas cuantas ostras acompañadas de una buena copa de cava?