La importancia de maridar alimentos y vinos

Ya estamos en primavera. Nuestras fincas están radiantes, listas para celebrar bodas, comuniones, eventos de empresa… Nuestros chefs están a punto, nuestro personal, con la sonrisa en la cara dispuestos a ofreceros el trato que os merecéis. Nuestras despensas están llenas, y los vinos… Los vinos, también, evidentemente. Por suerte, cada vez se presta más atención a la carta de vinos en cualquier restaurante, porque es fundamental elegir bien para que mariden a la perfección vinos y alimentos si queremos que la comida salga perfecta.

Bodas y eventos

Los vinos elegidos deben estar en armanonía con la comida elegida, ya que cada vino tiene una serie de platos que le son más afines y tenemos que evitar que el vino anule el sabor de las recetas que estamos sirviendo, o que la comida anule a su vez el sabor y el aroma del vino. Los tintos con cuerpo tienen que acompañar a los platos más fuertes, mientras que los vinos más ligeros tienen que servirse como acompañamiento de los platos más suaves y delicados.

La Cocina de José Fernández ; Jardines del Canal, Almudévar.

Como regla general, si tienes una comida en casa, puedes servir blancos criados en madera, finos, cavas y champagnes para maridar con recetas de pescados y mariscos en salsa, sopas, cremas, verduras gratinadas o en tempura, mouses de pescado y marisco, foie gras, ahumados…. mientras quelos blancos jóvenes y afrutados son ideales para para degustar junto a una tabla de marisco, crudos o cocidos, pescados, salmón ahumado, o los quesos frescos.

La Cocina de José Fernández ; Jardines del Canal, Almudévar.

El vino rosado combina perfectamente con la pasta, con la pizza y con las carnes blancas, además de con las setas, los ahumados, los arroces, o las verduras gratinadas. Y por su parte, los tintos jóvenes, vinos de crianza hasta cuatro años, los tintos reserva y los grandes reserva de hasta diez años, son ideales para acompañar carnes blancas y rojas, los asados de ternasco, cerdo, buey, caza, carnes estofadas, legumbres, setas, embutidos, arroces y quesos fuertes. De hecho, ¿quién no ha disfrutado del placer de maridar una buena copa de vino tinto junto a un queso con una rebanada de pan de pueblo, o con un buen ternasco asado?

Fotografías: Doblestudio