Tras la ceremonia, llega el momento de la diversión. El cóctel en los jardines es el momento de relajarse y de disfrutar de las delicias que salen desde los fogones de La Cocina de José Fernández mientras charláis y brindáis con el resto de los invitados a la espera de que comience el banquete de bodas, uno de los momentos más importantes durante toda la celebración, y en el que el protocolo es importante para conseguir que todo se desarrolle de forma correcta.
Cómo sentar a los invitados en el banquete
Tal y como habéis podido comprobar si habéis ido a alguna boda últimamente, el protocolo en las bodas está cada día más abierto. Frente a la rigidez del protocolo de hace unos años, ahora cada boda es un mundo. En la mayor parte de los casos se opta por el protocolo tradicional en el que en la mesa presidencial se suelen sentar los recién casados junto a los padrinos y sus parejas. Pero cada vez es más común que en la mesa presidencial se sienten los novios con sus hermanos, o incluso con amigos, dejando que los padres se sientes con sus hermanos, una opción está última que se utiliza en ocasiones en las que ha fallecido alguno de los padres, o en los casos de divorcios mal avenidos.
El resto de los invitados, se sentarán siguiendo el protocolo previamente establecido por los novios. En la mayor parte de los casos, los novios habrán distribuido a sus invitados por mesas dependiendo de la cercanía o de su ‘filing’. Para saber dónde se sitúa cada invitado, en la entrada al salón del banquete se situará un seating plan en el que cada uno podrá ver en qué lugar ha sido ubicado.
Para banquetes más pequeños, en los que apenas hay invitados, también se puede optar por poner cartelillos con los nombres de cada invitado. También hay bodas en las que los novios prefieren que cada invitado se siente donde se quiera, aunque realmente esta opción es poco práctica y nada recomendable, ya que se puede organizar bastante lío al sentarse, y además, puede que quede gente aislada por no haber entrado a tiempo en el salón. En el caso de los niños, salvo que los padres prefieran otra disposición, lo más normal es colocar una mesa infantil en la que habrá una cuidadora para que los invitados más menudos se lo pasen genial y sus padres puedan disfrutar de la cena sin tener que preocuparse de sus hijos.