Los amantes del champagne están de enhorabuena ¿El motivo? Que la Unesco acaba de nombrar a esta maravillosa bebida y a la región que lo produce como Patrimonio Mundial en la categoría de ‘Paisaje cultural evolutivo vivo’. Un reconocimiento que busca premiar el carácter histórico y único de una forma de producir una bebida que nos encanta y que pone el punto de glamour a cualquier celebración, premiando tanto a la burbujeante bebida como a los viñedos, casas y bodegas productoras de la región en la que se elabora desde el siglo XVII.
Además del reconocimiento del champagne, la Unesco ha decidido también reconocer como Patrimonio Mundial a los viñedos de la Borgoña, una de las zonas vitivinícolas más célebres de Francia gracias a los caldos que allí se elaboran desde hace siglos utilizando un sistema inventado por los monjes cistercienses y que se ha mantenido así desde entonces. Sin duda, un conjunto único de paisajes y sitios que reúnen historia, cultura y un saber hacer que nos hace deleitarnos cada vez que lo tomamos.