La mesa es el lugar en torno al cuál se reúnen familiares y amigos para compartir comidas y cenas, pero también tertulias, historias y aventuras. De hecho, el reunirse en torno a una mesa es uno de las tradiciones sociales más antiguas y que menos ha cambiado con el paso de los años. Además de ser una necesidad nuestra para ingerir alimentos, el hecho de sentarse en una mesa permite que fluyan las sensaciones, las relaciones pesonales, los sentimientos… Una ocasión para conversar, para celebrar acontecimientos, para cerrar negocios o para dejar que fluya el amor.
Si la mesa es agradable, se predispone a los comensales a disfrutar del ambiente, de la compañía, y por supuesto, de la buena comida. Por eso es fundamental tener una mesa bonita y preparada al detalle, unos platos elaborados con mimo y con ingredientes de primera calidad, y por supuesto, cuidar los modales para que la comida o la cena se desarrolle de una manera cordial y todos los invitados se sientan como en casa.
Y precisamente, para todo el mundo se sienta cómodo, y por si no sabes qué hacer en determinadas situaciones, aquí te dejamos un pequeño listado de consejos para sentarse en la mesa según las normas de protocolo.
- No hay que sentarse en la mesa antes que los anfitriones.
- Hay que intentar sentarse por el lado derecho de la silla.
- No extiendas las piernas por debajo de la mesa ni coloques los codos sobre ella.
- Los alimentos se llevan a la boca sin inclinar el cuerpo.
- No hay que mover los alimentos alrededor del plato
- La carne se corta el momento de comerla
- No comer ni demasiado deprisa ni demasiado despacio.
- No es de buena educación oler las comidas y las bebidas.
- Evita jugar con los tenedores o con el salero. Denota nerviosismo.
- La servilleta se pone sobre las piernas, no te la pongas atada en el cuello.
- Se deberá cortar la carne y la pasta en porciones, y conforme se va comiendo se van cambiando los cubierto.
- No soplar con la boca los alimentos que estén calientes.
Fotografías: Doblestudio