El tiempo pasa volando. Y aunque el calor ha estado presente en nuestras vidas en este otoño que más parece verano, entre castañas, hojas caídas, cañas al sol y camisetas de manga corta… Nos hemos encaminado sin remedio a la festividad de Todos los Santos. Una festividad llena de tradiciones, y por supuesto, de dulces. Porque al final ¿qué fiesta tenemos en España que no esté rodeada de cosas ricas y apetitosas?
En Todos los Santos mismo, los escaparates de las pastelerías se llenan de dulces que nos encantan: los huesos de santos, los buñuelos de viento y los panellets. Tres dulces a cada cual más apetitoso que seguro que están en tu mesa en los próximos días.
Por un lado, los panellets son un dulce típico en Cataluña, Valencia y Baleares, además de Aragón. Dicen la crónicas que este dulce data del siglo XVIII, momento en el que se usaba como comida bendecida para compartir tras las celebraciones religiosas, aunque su auténtico origen hay que buscarlo en el norte de Europa, cuando se usaba para soportar la vela en la noche de difuntos, o en la respostería árabe, por su elaboración a base de almendras. ¿Y qué lleva? Azúcar, almendra cruda molida, huevo y ralladura de limón para elaborar la masa, que a su vez está recubierta por clara de huevo y una capa de piñones.
Junto a los panellets, no pueden faltar los Huesos de Santo. Un postre que como su propio nombre indica, recrean un hueso gracuas a su forma alargada y cilíndrica, y que es elaborado con mazapán y con un delicado relleno de dulce de yema, aunque en los últimos años los sabores han variado mucho y pueden ir rellenos de distintos sabores. Sus orígenes se remontan al siglo XVIII, y dicen que podría haber nacido en Madrid.
Y para acabar este repaso por los principales postres de Todos los Santos, no podíamos dejar de hablar de los buñuelos de viento. Un postre muy extendido por todo Aragón y cuya receta varía de una comarca a otra, o incluso de una localidad a otra. Entre los ingredientes que pueden llevar estas deliciosas bolitas huevos, mantequilla, azúcar, harina, sal, ralladura de limón, levadura, vino blanco y aceite de oliva ¡Feliz y dulce día de Todos los Santos!
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